
Ayer, 14 de diciembre de 2024, tuve la oportunidad de disfrutar el concierto de Danny Frank en el Teatro Metropolitano.
Tenía tiempo que no usaba el metro de la Ciudad de México y no fue agradable salir de la estación Hidalgo y sentir esa sensación que te da la delincuencia: ¿inseguridad?, ¿vulnerabilidad? Caminé unas cuadras para llegar al teatro, a muy buena hora. Eran las 19:50 horas y mucha gente llegando con prisas. El concierto comenzó, y aún así, la gente seguía buscando sus lugares. Es frustrante ver la diferencia con hace unos años, cuando asistía al teatro, las personas llegaban puntuales, con la vestimenta adecuada para un evento de noche. Hoy, mucha gente llega tarde, se viste como si fueran al parque y no respeta a los demás. Años atrás, la sala del teatro se cerraba diez o cinco minutos antes y ya no pasaba gente. ¡Qué tiempos aquellos!
¡Qué difícil es para nuestra sociedad actual comprender el significado de la puntualidad! Símbolo de respeto, responsabilidad, disciplina y sensibilidad con los demás, entre otras virtudes.
Sean felices. Es gratis.