Maestros

Cuando nos llega un sueño y decidimos hacerlo realidad; planeamos y trabajamos para ello. Siempre necesitamos ayuda, ya sea a través de videos, podcast, tomando un curso y preguntando. Detrás de ese abanico de opciones siempre están los maestros de vida.

Hace ya varios años decidí aprender a escribir textos, anécdotas, tal vez un cuento; en fin. Simplemente escribir cosas que inquietan mis sueños. Comencé con un curso en una escuela de escritores donde me abrieron un panorama nuevo y un mundo desconocido para mí.  Luego siguieron otros dos cursos. Y entrelazados aparecieron personas que sin ser maestros reconocidos han sido pieza fundamental en mi aprendizaje como escritor.

De todos he aprendido tips, consejos, ortografía, redacción, han sido mi primer lector(a) y de alguna manera me han ido moldeando en este mundo de las letras.

Confieso que este camino no ha sido fácil, cuando volteo hacia atrás recuerdo mis clases de matemáticas y física; y siento que fue menos difícil aprender los números, teoremas y leyes en su momento.

¿Qué cuales maestros fueron? Quiero hacer una mención especial y agradecer al profesor Miguel que con su paciencia se ha tomado el tiempo para corregir mis textos, a Eugenia quien al principio me guio con su sensibilidad para visualizar lo que en mi contexto de vida no conocía y con paciencia me ayudó a corregir y redactar; a Verónica por ser en muchas ocasiones mi primera lectora y corregir mi horrible ortografía, a la maestra Adela quien con su pluma mágica nos guía a muchos a través del ejemplo. Todos de alguna manera me han apoyado: los maestros que a través de su poesía me han enseñado una forma diferente de ver la vida. A los autores de libros que he tenido oportunidad de leer abriéndome cada día más este mundo mágico. Las personas que veo en mi diario camino, a las cosas que me provocan una idea y a mis horribles y hermosos desvelos por falta de sueño. 

A todos infinitas gracias.

Sean felices. Es gratis.

Alejandro García Villarruel.

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